Por Jesús Rodríguez (chucho_rodriguez@yahoo.com)
Otra tarde más en el club. Esperaba que su fisiología no se manifestara como solía hacerlo. Sí, al pana le parecía una tarde apacible llena de más de lo mismo: Primero, la piscina. Seguramente la habrían limpiado del vómito de aquel niño que se metió justo después de comer. Y pensar que siempre pensó que lo de «no te metas a la piscina todavía, que acabas de comer» era pura basura paterna para aquietar al pequeño anticristo aunque sea por un ratico. Bueee… con vómito o sin él, igualmente se estaría bañando en miao ajeno. ¡Yo también me meo aquí!, solía pensar para aliviar su pesar. Seguir leyendo «Adversidad fisiológica I»