Un día en la vida de un venezolano

Hoy en la mañana, al levantarme, me di cuenta de que el despertador no había sonado porque se fue la luz en la madrugada. Me levanté tarde y pensé que no iba a poder hacer todas las cosas que tenía pendientes. Cuando fui a cepillarme los dientes, me percaté de que no había agua. Tuve que hacer todas mis labores de higiene con medio litro de agua que quedaba en un potecito.

Al salir del baño, fui a mi computadora a hacer un trabajo y descubrí que estaba guindada, probablemente por la ida de la luz, al reiniciarla, pude notar que la fuente de poder estaba sonando extrañamente; luego de media hora logré que funcionara de nuevo. Como se va la luz por lo menos una vez por semana aqui en Puerto la Cruz, creo que se está echando a perder, igual que la nevera que ya hemos tenido que reparar 2 veces por el mismo problema.

Hacia mucho calor, así que fui a prender el aire acondicionado y recordé que tenía que llamar al técnico porque el aire acondicionado del cuarto estaba echado a perder, se estropeó una vez que se fue la luz repetidas veces y no estabamos en casa para apagarlo.

-Tengo que comprar reguladores para la nevera, el aire acondicionado y un ups para la computadora – pensé…

El presupuesto no alcanza para todo eso, así que tenia que postponerlo hasta que cobrara algun dinero.

Por fin salí a la calle a hacer mis diligencias, el tren delantero del carro estaba sonando peor que nunca porque ayer cai en un hueco gigantesco que está en el callejón Venezuela del centro de puerto la Cruz cuando venía de dejar a un amigo que me había auxiliado porque con la lluvia se inundó todo el sector de la Costanera y al pasar por ahí, me quede accidentado porque le entro agua al alternador.

Recordé que tenía que pasar por donde el mecánico a pagarle un caucho y la reparación de un rin que se había doblado al caer en otro hueco en la avenida intercomunal; sin embargo, no tenía dinero en efectivo, fui al banco, estaba vacío. Luego de 1 hora de cola, puesto que no había línea, logré cobrar un cheque y fui a pagarle al mecánico. El mecánico me dijo que los frenos estaban sonando y habia que revisarlos… dejé eso para otro día porque tenía que ir a pagar la luz.

En la oficina de Eleoriente no había nadie en la caja a pesar de la gran cantidad de gente que deseaba ser atendida. Estuve esperando 15 minutos y luego, una chica que yo había visto sentada afuera sin hacer nada, entró y fue a la caja; ella era la cajera. Pague la luz y sali a buscar mi pasaporte que lo había dejado para que lo renovaran.

En la oficina de extranjería, luego de pasar al rededor de 1 hora y media de cola, me dijeron que no tenían mi pasaporte, que ese trámite no se había hecho ahi. Logré hablar con otro funcionario y me dijo que no sabía nada, que yo tenía que sacarme mi pasaporte de nuevo. Luego de varios minutos en blanco, salí del edificio por las escaleras porque el ascensor no funcionaba y me monte en mi carro.

Antes de arrancar, me encontré con un amigo que tiene una panadería… bueno, tenía, me contaba él; se había quemado hace dos semanas debido a que llego corriente de 220 por las líneas de 110 y se quemaron unos aparatos que iniciaron un incendio. Mi amigo venía de las oficinas de eleoriente de hacer un reclamo y me contó que le habían dicho que eso no era responsabilidad de ellos, que si quería, que los demandara… traté de cambiar el tema diciéndole que si podía ir a buscar mi planta a su casa y me dijo que esa misma noche que recibieron 200 por las lineas de 110, mi planta estaba siendo usada y que no prendió más.

Busque en mi cartera una tarjeta de un amigo que es ingeniero electrónico y ví que el comprobante de la cédula, la cual me había tenido que sacar de nuevo porque un guardia nacional la retuvo y, en vez de devolvermela, la rompió en 2 pedazos, estaba, por otras causas, tambien roto… es que se me olvidó plastificarlo. Mea culpa.

Decidí volver a la casa a trabajar… No había luz. Trate de ir a bañarme… No había agua. Salí al pasillo a fumar un cigarro y ví a la gente del edificio. Nadie estaba perturbado.
Nadie estaba molesto. No habia luz en todo el estado pero nadie estaba alterado o afectado por esto. Los niños jugaban, las madres hablaban… uno que otro señor se quejaba de que en este pais no se puede vivir…

Boté el cigarro en el piso y me dije a mi mismo. -«no se hace, no puede ensuciar la calle». Sin embargo, no me importó.

Al entrar a la casa me senté en el sofá y pensé…

¿Quién es nuestro verdadero enemigo?

¿De quien hay que defenderse día a día?

¿Por quíen voté?

La respuesta de todas las preguntas era curiosamente, la misma.

¿Qué le debo yo a este país? – Pense luego… no pude obtener respuesta.

Fui a escribir mis ideas en la computadora… pero me acordé que no había luz.